Sabéis, y a las pruebas me remito con el penúltimo COMUNICANDO, que soy fiel defensora de los vinos DOC Rioja. Pero, no solo de pan vive el hombre. Por lo tanto, el vino no es el único producto de calidad de nuestra comunidad (aunque sí que es nuestro valor diferencial).
Podría enumerar muchos y muy variados productos, servicios y empresas innovadoras que ofertan productos de alta calidad. Pero hoy pasaré del negro al blanco, de los taninos al H2O. Y es que en La Rioja contamos con una marca de agua con sello de calidad, Peñaclara.
Del manantial Riva los Baños en Torrecilla de Cameros emana el agua declarada mineromedicinal en 1861. Este agua cuenta con una particularidad y es que desde sus orígenes brota desde más de 500 metros de profundidad de forma natural a una temperatura constante de 22 grados. Es curioso porque dependiendo de la época del año en la que visites el manantial la sensación térmica del agua parecerá mayor o menor. Pero repito, siempre es de 22 grados.
La propiedad del manantial estuvo en manos reales, clericales y posteriormente, fue propiedad del pueblo tras declararse bien de utilidad pública. Por lo tanto, este argumento junto con los 150 años que se cumplen de la declaración de agua mineromedicinal hacen que estemos ante un agua con historia.
Para terminar, os propongo, si este post os ha interesado y queréis conocer algo más sobre esta marca de agua, que os acerquéis a la exposición “Peñaclara, 150 años con La Rioja” en la Escuela Superior de Diseño (ESDIR). Estará abierta hasta el día 4 de diciembre en horario de 18 a 21 horas de lunes a sábado y de 12 a 14 horas los domingos.
En ella encontraréis fotografías , botellas y etiquetas de Peñaclara desde sus inicios hasta la actualidad.
Hasta la próxima y como dijo Bruce Lee “be water my friend”
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