3 puntos de sutura

Hace dos día estuve disfrutando del domingo en uno de mis rincones favoritos: San Sebastián. Después de visitar a la familia y comer unos pinchos (necesitaría un COMUNICANDO entero para describir cada pincho) fuimos a Anoeta a ver el Real Sociedad – Sporting. Partido importante para ambos equipos. Partido especial para mi familia por el cariño que profesamos tanto al club que tiñe de txuri urdin nuestra sangre como al conjunto asturiano.

Fue un partido de locura. Un 5-1. Una manita que no se veía  en Anoeta desde 2003. Un  estallido de júbilo y entusiasmo por parte de la afición local. Fueron 3 puntos de sutura para el equipo donostiarra que se sacaba la espinita clavada ante el Mallorca en la copa y ante el Atlético de Madrid la semana anterior. Fue una victoria a base de goles, pero no de buen juego.

Paradójicamente los puntos de sutura que recibió la real fueron los causantes de la brecha que se ha abierto en Gijón, una ciudad que hoy llora el despido de uno de los entrenadores más humilde, valiente y leal a un banquillo, Manolo Preciado.

Un hombre que ha superado todo tipo de adversidad tanto en el terreno personal como profesional. Levantó un equipo en ruinas y lo subió hasta la máxima categoría del fútbol español. En el plano personal ha superado la muerte de su mujer debido a un cáncer, la de su hijo en un accidente de moto y la de su padre tras ser atropellado.

Sin duda Manolo eres un luchador por eso se que esto no acaba aquí. Sino que seguirás ocupando un sitio en un banquillo donde al marcharte, como hoy ocurre en Gijón, notarán tu ausencia.

 Ánimo campeón.