Finde chebere

 El fin de semana no fui a la playa pero no estuvo nada mal. Fui de compritas (aquí le dicen de window shopping) con unos amigos en busca de regalos para el día del padre porque en Panamá se celebra el tercer domingo de junio (no sé por qué). Una vez comprados los regalitos nos fuimos a mi sitio favorito de Panamá, el causeway, que como ya os he contado alguna vez son tres islas que unieron con la tierra que sacaron durante la construcción del Canal de Panamá.

El causeway es una zona tranquila, de puerto, donde puedes ir a pasear, andar en bici o a correr. Yo soy más de comer y sentarme en una terracita a contemplar esas vistas panorámicas de la ciudad ¡son espectaculares!

Después de una parrillada de carnes fuimos a dar un paseo para bajar la comida.

El domingo fue día familiar ya que lo pasé celebrando con las familias de unos amigos el día del padre. Lo pasé muy bien, son gente como dirían aquí ¡chebere! Por la tarde vino la agonía con el partido de cuartos de final de la Copa Oro de Panamá contra El Salvador. Y digo que fue una agonía porque Panamá empató en el minuto 90 y después de la prorroga al fin ganó en los penaltis. Ahí se desató la locura. La gente salió a la calle con banderas y pitando en los coches. Vamos que parece un deja vu porque hace un año yo vivía esto mismo durante el Mundial.

El miércoles es la semifinal y como sabéis que me falta tiempo para animarme ya tenemos preparado el plan para juntarnos unos amigos a ver el partido. Esperemos ganar de nuevo a EE.UU. y digo esperemos porque ya parezco una panameña más, obviamente no por el color porque estoy blanquísima, sino porque he sufrido todos los partidos como si fuera mi selección.