El señor de los melones

Hoy el mérito se lo lleva el señor de los melones. Esta mañana cuando estaba planchando (mamá no sé cómo haces para planchar tan rápido porque a mí me ha costado la vida, el sudor y algún que otro quemazo) ha pasado por la calle en la que vivo un hombre anunciando con un megáfono que tenía los melones maduros. Pero no contentos con los melones ha pasado otro hombre con un carro (coche) distinto gritando que tenía cebollas y zanahorias.

Qué estampa tan graciosa. Y es que en Panamá es muy típico encontrarte puestos de comida en mitad de la calle. He visto puestos de chucherías (que me recuerdan al famoso Perico ¿os acordáis? Creo que esto solo lo entenderán los de Calahorra), puestos de frutas y puestos de comida caliente como pollo, arroz, y vete tú a saber que más porque no distingo la comida panameña.

Yo no me he atrevido a comer nada de la calle por cuestiones de higiene pero hay algunos puestitos con frutas que me encantaría probar en más de una ocasión, sobre todo cuando el sol  se cae a pedazos.